Alternativas para las aulas vacias
Varios municipios llenan sus escuelas con actividades
La despoblación es el principal problema que afecta a la provincia. Y la ausencia de niños en edad escolar -con el consiguiente cierre de colegios-, es uno de sus efectos. Los ayuntamientos buscan remedios para paliar la situación.
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Este curso escolar, las escuelas de Villálvaro, Almenar y Castilruiz han cerrado sus puertas, por la falta del número mínimo de alumnos para mantenerlas abiertas. Por suerte, los portavoces municipales de cada uno de estos pueblos son conscientes de esta realidad y, en la medida de lo posible, ponen remedios.
En el colegio de Almenar el pasado año cursaban sus estudios siete alumnos. Sin embargo, basta con que algunos hayan terminado primaria y no les sustituyan nuevos niños para que el centro tenga que cerrar. Así lo explica la alcaldesa de esta localidad, Gloria López, quien añade que el colegio no se da por cerrado. De hecho estamos solicitando ayudas a las diferentes instituciones para cuidar el edificio y reabrirlo tan pronto como sea posible, puntualiza.
cerco
Un caso similar es el de Villálvaro. Ismael Izquierdo, alcalde pedáneo, explica que para este curso sólo se contaba con tres alumnos, siendo necesarios cuatro para tener operativo el centro. Sin embargo, en la actualidad el edificio se emplea para impartir clases a adultos. Vamos a desarrollar un programa de graduado en ESO para mayores de 18 años y otro de cultura general, apunta Izquierdo. De esta manera, se quiere evitar que el centro escolar, hasta ahora había estado abierto, caiga en desuso.
La otra cara de la moneda la ocupan aquellas escuelas de la provincia que este año han aumentado su número de unidades, como las de San Pedro Manrique o Gómara. Antonio del Castillo, edil de este último municipio, explica que el colegio cuenta con unos 20 alumnos, además de los siete niños que disfrutan del servicio de guardería. Tenemos muy presente la importancia de la infancia en el pueblo, y en la medida de lo posible, tratamos de promocionar la llegada de nuevas familias con niños. Para ello, Del Castillo señala que se trata de facilitar trabajo y alojamiento a las familias interesadas en ubicar su residencia en Gómara. El Ayuntamiento no cuenta con fondos suficientes para poder ayudar económicamente; sin embargo hacemos todo lo posible por facilitar el asentamiento de nuevas familias, con una serie de medidas que son más de carácter personal que monetario.
QUINTANA COSTEA LOS LIBROS
QUINTANA REDONDA ha decidido tomar medidas esta legislatura para evitar el riesgo de cerrar alguna unidad educativa. El Ayuntamiento concede una ayuda para costear los libros de texto, y además da a cada familia empadronada en el municipio, con niños en edad escolar, una subvención de 50 euros por niño al mes, con el fin de facilitar el pago del alquiler de la vivienda. En el terreno laboral, la corporación quintanera gestiona la búsqueda de trabajo. Gracias a todo, el colegio mantiene dos unidades educativas.
